¡Bienvenidos!

A 18 de Julio de 2020
Estimados feligreses y amigos de Santa María del Lago,
Las últimas semanas de junio y las primeras semanas de julio han sido semanas de mucha oración y discernimiento para mí como párroco de Santa María del Lago: ¿Qué puedo hacer, con la gracia de Dios, para fortalecer nuestra misión? ¿Cómo podemos convertirnos en una comunidad de Fe más fuertemente enraizada en el mensaje del Evangelio? ¿Qué debemos hacer para involucrar mejor a nuestros feligreses y a las personas que viven en nuestro vecindario? ¿Cómo puede nuestra parroquia ayudar a las personas que nos rodean a llegar al Cielo? ¿Cómo podemos servir mejor a los más pobres y vulnerables que viven entre nosotros? ¿Qué haremos para darle mejor mantenimiento de nuestros edificios? ¿Será que nuestra parroquia sobrevivirá a una posible segunda ola de Covid-19? ¿Qué podemos hacer para involucrar a las personas más jóvenes en nuestro vecindario y al mismo tiempo servir a nuestros feligreses mayores que han dedicado tanto tiempo y tesoro a santa Maria del Lago? Tantas preguntas y tantas posibles respuestas.
Una conclusión obvia pero humilde es que yo no puedo dar una respuesta efectiva a todas estas preguntas solo. Necesito de un equipo fuerte y necesito hacer más para fortalecer nuestras estructuras de liderazgo laico en nuestra parroquia. Durante el último año de estar con ustedes, he visto de primera mano lo bendecida que es nuestra parroquia al tener una diversidad de dones en sus feligreses. La despensa emergente que comenzamos como nuestra respuesta de fe a la pandemia de Covid-19 solo resalta esta verdad.
Gracias a la generosidad de tantos feligreses y vecinos, nos unimos con un objetivo en mente: ¿cómo podríamos vivir nuestra misión cuando las puertas de nuestra iglesia debían cerrarse para proteger vidas? Más de 20 líderes parroquiales se pusieron a la altura del desafío, cada uno con su propio don y después de unas cuantas reuniones de zoom elaboramos un plan. La Despensa Solidaria de Santa Maria del Lago nació. Ese esfuerzo inicial terminaría involucrando a cerca de 200 voluntarios de las bancas de nuestra Iglesia y otros que eran nuestros vecinos (católicos y no) pero que nunca habían estado en nuestra iglesia. Gracias al don de tiempo, talento y tesoro de todos, hemos podido proporcionar alimentos durante la pandemia a más de 17,000 personas. El impacto en nuestro vecindario ha sido grande, pero ninguno de nosotros podría haberlo hecho solo. Para tener tan gran impacto se requería un equipo de líderes fuertes, cada uno de los cuales se entregara por completo a la misión. La clave fue el equipo y la entrega.
A medida que comienzo el segundo año de servicio a santa Maria del Lago, espero continuar fortaleciendo a nuestro personal parroquial para que estemos mejor capacitados para servir a todos nuestros feligreses de manera efectiva. Recientemente hemos creado la posición de la Directora del Ministerio de Justicia; hemos eliminado el puesto de Contador y hemos abierto el puesto de Gerente de administración; también abriremos el puesto de Director de Formación de Fe para crear más oportunidades para crecer y aprender sobre la riqueza de nuestra fe y tradición católica. Además, en las próximas semanas llamaré a los feligreses para que sirvan en nuestro Consejo Parroquial, Consejo de Finanzas y Comité de Donaciones. Quiero agradecerles por todo lo que ustedes hacen para apoyar nuestra misión a medida que continuamos este viaje de fe que se nos ha confiado en Santa Maria del Lago. ¡Gracias!
Padre Manuel
Estimados feligreses y amigos de Santa María del Lago,
Las últimas semanas de junio y las primeras semanas de julio han sido semanas de mucha oración y discernimiento para mí como párroco de Santa María del Lago: ¿Qué puedo hacer, con la gracia de Dios, para fortalecer nuestra misión? ¿Cómo podemos convertirnos en una comunidad de Fe más fuertemente enraizada en el mensaje del Evangelio? ¿Qué debemos hacer para involucrar mejor a nuestros feligreses y a las personas que viven en nuestro vecindario? ¿Cómo puede nuestra parroquia ayudar a las personas que nos rodean a llegar al Cielo? ¿Cómo podemos servir mejor a los más pobres y vulnerables que viven entre nosotros? ¿Qué haremos para darle mejor mantenimiento de nuestros edificios? ¿Será que nuestra parroquia sobrevivirá a una posible segunda ola de Covid-19? ¿Qué podemos hacer para involucrar a las personas más jóvenes en nuestro vecindario y al mismo tiempo servir a nuestros feligreses mayores que han dedicado tanto tiempo y tesoro a santa Maria del Lago? Tantas preguntas y tantas posibles respuestas.
Una conclusión obvia pero humilde es que yo no puedo dar una respuesta efectiva a todas estas preguntas solo. Necesito de un equipo fuerte y necesito hacer más para fortalecer nuestras estructuras de liderazgo laico en nuestra parroquia. Durante el último año de estar con ustedes, he visto de primera mano lo bendecida que es nuestra parroquia al tener una diversidad de dones en sus feligreses. La despensa emergente que comenzamos como nuestra respuesta de fe a la pandemia de Covid-19 solo resalta esta verdad.
Gracias a la generosidad de tantos feligreses y vecinos, nos unimos con un objetivo en mente: ¿cómo podríamos vivir nuestra misión cuando las puertas de nuestra iglesia debían cerrarse para proteger vidas? Más de 20 líderes parroquiales se pusieron a la altura del desafío, cada uno con su propio don y después de unas cuantas reuniones de zoom elaboramos un plan. La Despensa Solidaria de Santa Maria del Lago nació. Ese esfuerzo inicial terminaría involucrando a cerca de 200 voluntarios de las bancas de nuestra Iglesia y otros que eran nuestros vecinos (católicos y no) pero que nunca habían estado en nuestra iglesia. Gracias al don de tiempo, talento y tesoro de todos, hemos podido proporcionar alimentos durante la pandemia a más de 17,000 personas. El impacto en nuestro vecindario ha sido grande, pero ninguno de nosotros podría haberlo hecho solo. Para tener tan gran impacto se requería un equipo de líderes fuertes, cada uno de los cuales se entregara por completo a la misión. La clave fue el equipo y la entrega.
A medida que comienzo el segundo año de servicio a santa Maria del Lago, espero continuar fortaleciendo a nuestro personal parroquial para que estemos mejor capacitados para servir a todos nuestros feligreses de manera efectiva. Recientemente hemos creado la posición de la Directora del Ministerio de Justicia; hemos eliminado el puesto de Contador y hemos abierto el puesto de Gerente de administración; también abriremos el puesto de Director de Formación de Fe para crear más oportunidades para crecer y aprender sobre la riqueza de nuestra fe y tradición católica. Además, en las próximas semanas llamaré a los feligreses para que sirvan en nuestro Consejo Parroquial, Consejo de Finanzas y Comité de Donaciones. Quiero agradecerles por todo lo que ustedes hacen para apoyar nuestra misión a medida que continuamos este viaje de fe que se nos ha confiado en Santa Maria del Lago. ¡Gracias!
Padre Manuel